Antes de querer realizar miles de cambios para ser “más saludable” es importante hacer un autoanálisis de la situación actual. ¿Cuál es tu situación actual de salud? ¿Tiene que ver con tu peso actual, con fumar, sedentarismo, alimentos chatarra, largas horas sin probar alimento, alguna condición de salud? Tal vez necesites cambiar todas las anteriores y algunas más. Sin embargo, es importante hacer una lista de prioridades en este momento para ti y comenzar a trabajar por las más sencillas.
Otro punto importante antes de comenzar es tu entorno. Trabajo, familia, amigos y pareja, son algunos de los factores por los cuales a veces se vuelve muy complicado tener hábitos saludables. Las reuniones familiares, salir a cenar con los amigos después o la pareja, largas horas y horarios inestables en el trabajo entre otras.
No es necesario que tengas que aislarte para lograrlo, de hecho, no es así. Pero si es importante que identifiques que situaciones en tu entorno te dificultan tomar decisiones saludables.
1. Tener bien claro tu objetivo: es importante saber que queremos logar, pero también como queremos lograrlo y que estamos dispuestos a hacer para conseguirlo. Si no se tiene bien claro esto, difícilmente podrás tomar decisiones y acciones todos los días que te den el resultado que esperas. Así que este es el prime paso que debes reflexionar detenidamente.
2. Superar la resistencia al cambio: la zona de confort es un lugar del que pocos se atreven a salir, pero si queremos logar un cambio positivo debemos comenzar por salir de este lugar. Es importante cuestionarte el para que quieres logar cambiar ese hábito o esa situación que no te hace sentir del todo bien. Cuando nos damos cuenta de lo que nos ha llevado al lugar en donde estamos, y compararlo con el punto anterior, es el primer paso para que el proceso de cambiar hábitos o una determinada situación no parezca un verdadero sacrificio, si no una experiencia de aprendizaje acerca de nosotros mismos. Entonces pregúntate a ti mismo ¿en que me beneficiará hacer las cosas diferentes? ¿Cómo me hará sentir eso? Visualiza como te gustaría sentirte.
3. Vencer las creencias negativas: algunas veces respondemos o reaccionamos a diferentes situaciones de forma inconsciente, porque así lo aprendimos, así lo experimentamos o así nos enseñaron que tenía que ser. Pero a lo largo de nuestra vida las situaciones van cambiando, pero no siempre nuestra forma de responder ante cada situación también cambia. A vece seguimos cometiendo los mismos errores o tomando las mismas decisiones una y otra vez. Por eso es importante preguntarse ¿Por qué lo hago?
Una respuesta a esto es nuestro sistema de creencias. Muchas veces nuestras creencias acerca de algo nos limitan a dar una respuesta mas allá de nuestro consciente, y de la capacidad que tenemos realmente como personas. Por ejemplo. Una persona puede ser muy ordenada y disciplinada en su trabajo, cuida muy bien los detalles de su casa, asiste todos los días al gimnasio etc. Pero esta misma persona dice que le es muy difícil mantener un régimen de alimentación para logar algún objetivo como bajar de peso. ¿Cómo puede ser que pueda tener orden y disciplina en todo menos en su forma de comer? El aprendió que las “dietas son difíciles de hacer” y su cerebro inconsciente se programo para que seguir un régimen de alimentación o dieta realmente sea muy complicado.
Lo que vale la pena rescatar aquí es que, esta persona se dé cuenta de que, si puede tener orden y disciplina en otras áreas de su vida, la comida debería ser lo mismo, solo en enfocar esas habilidades en aprender estrategias diferentes. Así cada uno de nosotros debemos darnos cuenta de cuales son las creencias que más nos limitan a tomar decisiones inconscientes, además de que capacidades o habilidades tenemos para con esto realizar un pequeño cambio que con el tiempo me llevará a un gran resultado.
4. Modifica tu ambiente cercano: tal vez no podemos cambiar el mundo para cambiar nosotros, pero si podemos modificar nuestro ambiente cercano. Nuestra casa, lugar de trabajo, rutas para trasladarme todos los días, etc. Observa que es lo que tienes a tu alrededor que favorece esas conductas o hábitos que ya no quieres continuar. Puede ser que al llegar a casa cansado del trabajo lo primero que te encuentras es el tarro con galletas, si, ahí, justo al entrar a la cocina. Y claro, cómo estás cansado tu mente piensa “será mi premio por que hice un gran trabajo hoy, vengo cansado y me lo merezco”, ¿pero después vendrá ese sentimiento de culpa, donde pensarás “porque lo hice? No tengo fuerza de voluntad, cuidar mi alimentación es complicado”. Para nada, solo es cuestión de observarte a ti mismo y a tu alrededor para hacer pequeños cambios. En vez de galletas puedes poner algo de fruta fresca o tal vez algún alimento bajo en calorías, tal vez no sea un gran cambio, pero si es un pequeño paso.
5. Un paso a la vez: tal y como lo menciona el punto anterior, un pequeño cambio te llevará a otro. Algunas veces tenemos tanto que quisiéramos modificar de nuestros hábitos, que no sabemos ni por donde comenzar. La recomendación es que hagas una lista de todos lo hábitos que te gustaría cambiar por otros que beneficiarán mas tu salud, y comienza por el mas sencillo de todos, ese que no te implica la mayor cantidad de tiempo y esfuerzo. Por ejemplo, cambiar tu refresco de todos los días por la versión light o disminuir solo la mitad de la cantidad que normalmente consumes. Cuando te ves a ti mismo capaz de logar una pequeña meta, se crea un efecto de autosatisfacción y seguridad que te motivará a intentarlo con otro hábito mas complejo como, hacer ejercicio todos los días por la mañana o cambiar un horario de alimento, etc.
6. Haz un plan de acción: ya sabes que quieres y como lo quieres, ahora ponle tiempos y fechas. Puedes utilizar herramientas como calendarios, agendas, cuadernos de notas etc. Esto te ayudará a planear que tendrás que hacer todos los días o cada cierto tiempo para que esa meta se cumpla en el plazo que lo planteaste.
7. Monitoreo y seguimiento: esta parte es la mas importante, puesto que todo eso que has planeado no tendrá sentido si no le das el seguimiento de si estas cumpliendo con las actividades que requieres para lograr tu meta. Revisa tus notas, agenda o calendario todos los días. Al cabo de un tiempo verás como te acercas a tu meta y lo mucho que puedes logara por ti mismo.
Recuerda, el cambio es un proceso que requiere de tiempo y dedicación, pero si inicias con algo sencillo te darás cuenta de lo mucho que puedes hacer para mejorar tu salud, pero no solo eso, también de lo mucho que puedes disfrutar de la experiencia de vivirlo.
¿Estás listo para el cambio?